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Comunidades indígenas en Colombia siembran 2000 árboles

SEYNEKUN, la madre naturaleza, es generosa con los seres humanos, tanto que hace posible que tengamos alimentos, aire y que podemos vivir en armonía con los animales y ecosistemas.

Para los pueblos indígenas colombianos, la paz consiste en la íntima interconexión con la madre naturaleza.

Siguiendo la tradición de sus ancestros de conservar a la Madre Naturaleza, cuatro comunidades indígenas colombianas (Kaunime, karua, jimain, seykurin) se sumaron al reto siembra un árbol y en el mes de mayo sembraron 2,000 árboles en dos días, cada una asumiendo el compromiso de sembrar y cuidar 500 árboles.

Los árboles fueron donados por la Compañía Nacional de Chocolates y en el esfuerzo de siembra participaron autoridades indígenas, docentes, padres de familia de las escuelas y el ejército nacional, que fueron convocados por la Asociación de Familias productoras indígenas ASOSEYNEKUN, organización productora de café certificado Fairtrade y orgánico en la Sierra Nevada de Santa Marta.

El cambio climático es provocado por el ser humano, pero el cuidado de la Madre Tierra debe estar siempre por encima de la avaricia humana.

“Es una variación del clima y de las temperaturas provocadas por malas prácticas llevadas a cabo por el ser humano. La siembra de árboles permite reducir las emisiones de carbono y producir oxígeno lo que culminaría con un proceso de enfrentamiento” del planeta, afirmó Claribeth Navarro Izquierdo, representante legal ASOSEYNEKUN

Por su parte, estudiantes de la universidad EAN, universidad por el Comercio Justo en Bogotá, sembraron 100 árboles para formar el bosque EAN y sumarse al reto siembra un árbol lanzado por CLAC en el Día y Mes del Comercio Justo.

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